miércoles, 16 de septiembre de 2015

LEAGUE OF LEGENDS- Claridad y eficacia de rol

   En los juegos en equipo como League Of Legends hay al menos tres formas de aproximarse al estudio de las creencias de eficacia de los jugadores, la autoeficacia, la eficacia colectiva y la eficacia de rol. Bandura, psicólogo por excelencia en esta materia, introdujo la autoeficacia definida como la evaluación que la persona hace sobre su propia capacidad para llevar a cabo con éxito una conducta determinada, y la eficacia colectiva es considerada como la percepción que tienen los miembros de un equipo sobre su capacidad conjunta para llevar a cabo una tarea grupal. Los estudios que han analizado la relación entre rendimiento y los niveles percibidos de autoeficacia han informado de una relación positiva entre ellas (a mayor autoeficacia, mayor rendimiento).

   La eficacia de rol se define como la creencia sobre la capacidad para llevar a cabo las responsabilidades individuales interdependientes que conllevan los roles establecidos en un equipo. League of Legends es un juego que se basa en el trabajo presente, implica una interacción entre los jugadores y una actuación interdependiente con uno o varios compañeros de equipo de acuerdo con los requerimientos del rol de cada cual. En estos juegos, las creencias de eficacia pueden observarse tanto en relación con las tareas individuales y grupales, como en relación con las funciones requeridas a un jugador que implican la interacción entre dos o más de ellos (ej: la eficacia de un gank dependerá de la interacción y comunicación entre el jungla y el jugador de la línea y de la creencia de eficacia de rol de los jugadores implicados).

   Los roles dentro de un equipo representan un conjunto de prescripciones que definen las conductas requeridas a un jugador que ocupa una posición determinada. Son parte de la estructura del equipo y proporcionan a sus miembros funciones o tareas específicas que a menudo se caracterizan por una alta interdependencia entre ellos. Por ejemplo, si el Support no "zonea" y molestar al enemigo y protege al Adc, éste no podrá farmear cómodamente. Es una situación de alta interdependencia de roles entre ambos jugadores.

   Por otra parte, la falta de claridad del rol puede deteriorar la percepción de eficacia de rol, y podría traducirse en diferentes alteraciones conductuales: menor esfuerzo, menor persistencia y un rendimiento ineficaz. Por lo que los jugadores que informen de mayor claridad de rol, también informarán de mayor eficacia de rol, y cuando todo el equipo posee esta claridad de rol, la eficacia colectiva también será mayor. Si un jugador no tiene claro lo que debe hacer a lo largo de la partida sus objetivos también están difusos, por lo que no podrá esforzarse al máximo por ejemplo al intentar ganarle la línea al enemigo o hacer un buen roaming productivo, y esto influye en el rendimiento de la partida. Es tarea de cada jugador tener claro cual es su rol para sentirse más eficaz en su posición y que el rendimiento y eficacia colectiva aumenten.

   En League of Legends al existir estrategias defensivas, de engage, pusheos, towerdives, baits... los jugadores pueden tener diferentes roles, diferentes expectativas de eficacia y diferente claridad de rol respecto a unas y a otras, por lo que se explorarán y fijarán los objetivos en todas las situaciones. Aunque cada jugador tenga su rol de línea (Adc, Sup, Jungle, Mid y Top), en cada jugada y estrategia tendrá un rol particular y temporal acordado y conocido por todos en ese momento para que la estrategia se lleve a cabo eficazmente. Si por ejemplo vuestro equipo va a hacer towerdive y lleváis un Alistar support, podéis acordar que él entre primero y se lleve todo el daño de la torre enemiga mientras el resto del equipo ataca. La eficacia de esta estrategia depende de la claridad de rol de cada jugador y de la comunicación entre ellos (tema que abordaremos más adelante).

   Por lo tanto para aumentar el rendimiento y la eficacia colectiva en cada partida, los jugadores deberán poseer buena claridad y eficacia de rol y buena autoeficacia. Tener en cuenta esto en cada entrenamiento hará que vuestro juego sea más productivo y competitivo.

    Ninfyfu.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

SÍNDROME DE PETER PAN Y COMPLEJO DE WENDY

   El Síndrome de Peter Pan es un trastorno del desarrollo de la personalidad, donde el sujeto se niega a asumir el paso del tiempo y desempeñar un rol de adulto. Este síndrome no está aceptado como patología en el DSM. Existe un desfase patológico entre su edad cronológica y su madurez afectiva. Se caracteriza por la presencia de ciertos aspectos de inmadurez social y psicológica, aplicado a pacientes masculinos que presentan una personalidad narcisista e inmadura.

   Por otra parte, el complejo de Wendy, representa un modelo de mujer que a falta de controlar su propia vida, hace esfuerzos por controlar la de su pareja desde un papel maternal. Pese a ser un problema que se produce en ambos sexos y a todas las edades, el síndrome de Wendy es mucho menos frecuente.

   Ante la imposibilidad de encontrar la fuente de la eterna adolescencia, parte de los hombres de la sociedad actual han optado por anclarse en una juventud que si bien no es física, sí les garantiza la comodidad de afrontar el día a día sin ir más allá, una especie de Carpe Diem cuya problemática aumenta proporcionalmente con la edad física del individuo.

   Características de personas con Síndrome de Peter Pan:

  • Posee el deseo interno de ser cuidado, que sus demandas sean satisfechas, y da por sentado que los demás se encargarán de todo eso. Se sorprende y se enfada si no es así.
  • No cree que tenga la obligación de contribuir a amar, dar o hacer. Más bien su inquietud se concreta en recibir y pedir.
  • No está hecho para la vida adulta, no puede cumplir promesas, mantener un trabajo, una pareja. Nada puede obstaculizar su idea de libertad.
  • Sus necesidades básicas suelen ser cubiertas por otra persona. Esa otra persona acostumbra ser alguien a quien le gusta cuidarlo. 
  • No se responsabiliza de sus emociones, siempre cree que el otro es el responsable de sus sinsabores y contrariedades.
  • Está muy centrado en sí mismo, sus disgusto, su rabia, sus placeres, su estrés...
  • El papel de la persona que cuida de él puede estar encarnado en una madre, una hermana, un padre, o la pareja que sustituye a la madre.
   Características de personas con complejo de Wendy:

  • Cuando habla de su familia suele decir que tiene tres hijos, su marido y los 2 niños.
  • Le gusta sentirse imprescindible.
  • Cree que el amor es sacrificio y resignación.
  • Evita a toda costa que su pareja se enfade.
  • Justifica continuamente su mal comportamiento ante los demás.
  • Siempre está pidiendo perdón.
  • Intenta continuamente hacer la vida agradable a su pareja.
  • Insiste en hacer cosas por su pareja, sin protestar, destacando las tareas aburridas o incómodas.

miércoles, 1 de julio de 2015

10 HÁBITOS DE LAS PERSONAS RESILIENTES

   La resiliencia es una capacidad que nos permite afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas y salir fortalecidos de ellas. La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función  de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

   Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple distinción terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo.

   ¿Cómo podemos ser más resilientes?

   La resiliencia no es una cualidad innata, es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de nuestra vida. De echo las personas resilientes no nacen, se hacen. A continuación se presentan 10 hábitos básicos que llevan a cabo las personas resilientes:

  1. Tienen un sentido del "yo" muy desarrollado: estas personas saben quiénes son y qué es importante en su vida, pueden afrontar mejor la adversidad porque son menos susceptibles de las influencias externas. Son personas que conocen bien sus potencialidades y limitaciones, que son capaces de encontrar la fuerza dentro de sí.
  2. Sacan lo positivo de cada situación: no son optimistas ingenuos, sino que desarrollan un optimismo realista. Saben que las situaciones no son positivas o negativas, que dependen del punto de vista de quien las afronta. Una persona resiliente nunca pierde ni fracasa porque siempre aprende algo en cualquier situación.
  3. Miran hacia el futuro: suelen desarrollar una visión muy pragmática de la vida. Mientras que mucha gente pierde tiempo lamentándose por lo ocurrido, las personas resilientes miran hacia el futuro. Estas personas son conscientes de que por mucho que una herida duela, el tiempo lo cura todo.
  4. Son persistentes en sus propósitos: las personas resilientes cambian la ruta, no el destino. De echo, si algo las caracteriza es su alta perseverancia y tenacidad. Estas personas tienen muy claro donde quieren llegar y luchan para conseguirlo. "Son conscientes de que no pueden decidir la dirección del viento, pero pueden orientar las velas para aprovecharlo a su favor".
  5. Son altamente flexibles: saben adaptar sus planes a las nuevas circunstancias, no se aferran al pasado, sino que son capaces de reestructurar su camino con gran rapidez. Al no aferrarse a una única solución, el abanico de posibilidades que tiene ante sí es más amplio.
  6. Enfrentan la vida con sentido del humor: no sólo son capaces de reírse de la adversidad, sino también de ellos mismos. De esta manera, convierten a la risa en una aliada que les permite mantener el optimismo cuando todo a su alrededor se vuelve oscuro. Sin embargo, estas personas no se ríen de los demás, su sentido del humor es inteligente y crítico, que no pretende restarle importancia a la situación, sino tan solo desdramatizar y liberarse de las emociones negativas.
  7. Cultivan la aceptación: las situaciones traumáticas que no han sido procesadas a nivel emocional, continúan haciéndonos daño. De echo las vivencias traumáticas a las que nos hemos enfrentado emocionalmente y a las que no, se almacenan en lugares diferentes de nuestro cerebro, y al evocarlas, activan emociones distintas. Por eso, las personas resilientes se esfuerzan por cultivar la aceptación. Estas personas reflexionan sobre las experiencias negativas, para poder comprenderlas, enfrentarlas y aceptarlas.
  8. Aceptan la incertidumbre: hay que comprender que no hay respuestas para todo, y que a las personas buenas también les ocurren cosas malas. Estas personas no se torturan buscando una explicación que nunca encontrarán, en su lugar, aceptan la incertidumbre que llega con cada cambio, e intentan manejarla lo mejor posible.
  9. Confían en sus capacidades: las personas resilientes no son superhéroes, y lo saben. Sin embargo confían en sus habilidades y sobre todo en su capacidad para salir adelante. Cuando una persona resiliente se encuentra con un obstáculo que no conoce y sin disponer de recursos para afrontarlo, lo visualiza como un reto, porque confía en que podrá lidiar con la situación de la mejor manera posible y salir fortalecida.
  10. Se rodean de personas positivas: las personas resilientes son independientes y les gusta afrontar solos los retos, pero también saben cuando es el momento de pedir ayuda. Son conscientes de la importancia de cultivar sus amistades y de elegir cuidadosamente a las personas que pueden entrar en su círculo más íntimo.

   "El hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no se ha caído"

jueves, 25 de junio de 2015

RELACIÓN DE PAREJA: LOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS

   El psicólogo John Gottman, uno de los principales investigadores del matrimonio y las relaciones de pareja, afirma que es capaz de predecir el divorcio con más de un 90% de exactitud con tan solo observar las actitudes de una pareja durante unos minutos. Esta habilidad era el resultado de una gran cantidad de investigaciones desarrolladas, lo que le ha llevado a identificar lo que él llama "Los Cuatro Jinetes Del Apocalipsis". En sus investigaciones encontró también que hay personas que son especialmente buenas para mantener relaciones. Se tratan de personas que buscan cosas que apreciar, viendo lo bueno en los demás, mientras que las personas que son especialmente desastrosas en sus relaciones hacen todo lo contrario, centrándose en los errores y defectos de su pareja.

   Por supuesto, las críticas o ponerse a la defensiva es algo que puede suceder en cualquier pareja. La diferencia es que las personas que saben relacionarse bien se dan cuenta de que algo marcha mal y tratan de repararlo. Parte muy importante también es que la otra persona acepte ese intento de reparación, o, por el contrario, reaccione liberando uno de los cuatro jinetes sobre su pareja.

LOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS:

  1. Actitud crítica: una crítica destructiva se diferencia de una crítica constructiva en que la primera incluye etiquetas y descalificaciones, generalizaciones, se expresa en segunda persona, con tono de voz elevado y despectivo, con una postura corporal amenazante y que busca crear culpa y malestar en la otra persona. No es lo mismo decir: "No me ha gustado que esta mañana dejases la cocina desordenada, te pido que mañana recojas lo que ensucies" que decir "¡Vas siempre a lo tuyo! Dejas todo tirado por el medio y los demás tenemos que andar detrás de ti recogiéndolo todo, ¡estoy harto de ti!" El exceso de críticas destructivas lleva, como es lógico a sensaciones de resentimiento que no aportan nada bueno a la relación.
  2. Actitud defensiva: se manifiesta de 2 formas: Buscando escusas y no aceptando la responsabilidad de nuestra conducta. Las escusas transmiten a la otra persona el mensaje de que no la tomas en serio, intentando hacer que crea algo que no es cierto. La otra forma implica no aceptar una queja, responder al defensiva o contraatacando, lo cual empeorará sin duda la situación de conflicto de la pareja. Si un miembro de la pareja le dice al otro: "¿Por qué nunca quieres que vayamos a ver a mis padres?" y éste le responde "Porque tú nunca quieres ir a ver a los míos", la interacción entre ambos se está basando en culpabilizar al otro del conflicto, lo que provocará mayores sentimiento negativos entre ambos.
  3. Desprecio: constituye una falta de respeto que incluye insultos, muecas, sarcasmo, ironía, imitaciones en forma de burla, comentarios que transmiten la idea de que eres superior a tu pareja o ciertos gestos que indican rechazo, como desviar la mirada con desprecio. Se utilizan con fines ofensivos y para infravalorar a lo otra persona. El desprecio es el principal predictor de ruptura en una pareja.
  4. Actitud evasiva: implica retirarse de la interacción con la pareja, dejar de responder, dejar de escuchar, mirar hacia otro lado, levantar un muro entre ambos... En vez de afrontar un problema, se recurre a maniobras evasivas como dar la espalda, actuar como si estuviera ocupado o implicarse en comportamientos obsesivos. Suele aparecer cuando ya hace tiempo que se instalaron los otros tres jinetes en la relación y resulta lo bastante abrumadora como para necesitar escaparse de este modo de ella. Pero una vez que aparece, suele convertirse en un hábito que impide la solución de los problemas.

   Si has encontrado alguno de estos 4 jinetes cabalgando en tu relación es el momento de hacer algo al respecto, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos a resolver dichos conflictos.

miércoles, 17 de junio de 2015

Ingesta controlada por estímulos-TELEVISIÓN.

Numerosas conductas alimentarias han adquirido una vinculación con ciertos estímulos, de forma que la presencia de éstos desencadena el deseo y la acción de comer. La costumbre de ver la televisión durante las comidas puede constituir una de las vías más rápidas para la obesidad, tanto en niños como en adultos, influyendo además de forma negativa en otros aspectos relevantes de la conducta alimentaria (ritmo, masticación insuficiente, retraso de la higiene bucal...). Dejamos de prestar atención a la calidad y cantidad de la comida que ingerimos cuando estamos viendo la televisión. Estudios han demostrado que ingerimos un 10% más cuando estamos viendo la televisión, debido a la falta de atención en la cantidad que comemos y en la cantidad de anuncios televisivos (mayor en horarios de comidas) relacionados con comida con alto contenido en calorías. Otra consecuencia es la reducción de la relación entre los comensales, la familia habla menos durante la comida si están viendo la televisión.

 Así a la larga, la conducta alimentaria será incitada por el estímulo ver la televisión, lo que provocará que cuando nos dispongamos a ver un programa, película, partido de fútbol... necesitemos tener algo para picar mientras estamos delante del televisor. (Da igual lo grande que sea el cubo de palomitas que compremos cuando vamos al cine que al final las comemos todas).

Evidentemente la forma más eficaz de resolver este problema consiste en eliminar el estímulo desencadenante, esto es, suprimir el televisor durante unos meses. Es importante analizar ventajas e inconvenientes con la familia, ya que al principio puede generar un rechazo directo de algunos miembros de la unidad familiar.

  Estrategias para eliminar las conductas de comer ante el TV
·     Desayunar, almorzar y cenar, sentándose a la mesa y manteniendo apagado el televisor.
·    Centrar la atención en percibir las diferencias de textura, sabor, olor y temperatura de los alimentos, detener la vista en su aspecto, anticipando el disfrute de saborearlos.
·    No comprar productos de fácil consumo que puedan constituir una tentación al sentarse a ver la televisión.
·  Sentarse a ver la televisión después de haber comido y eliminado cualquier señal de hambre o de sed.
·    Cada vez que se sienta el deseo de comer, viendo la televisión, enfocar la atención a la película que se está proyectando.
·  Levantarse del sillón durante los anuncios, aprovechando para organizar las cosas necesarias para el día siguiente, desmaquillarse, tender la ropa...
·    Si el deseo de comer es irrefrenable, puede saciarse siempre que se haga sentado a la mesa y fuera de la habitación donde está encendido el televisor, pero no durante el tiempo de la publicidad.
·    Colocar, junto a los alimentos, un recipiente con algún producto de olor desagradable (amoniaco)
·    Anotar el deseo de comer, en el mismo momento en que aparece, indicando su intensidad y si se ha controlado o no, así seremos más consciente de nuestros impulsos.
·    Autorreforzarse, en el caso de haber controlado la conducta de comer.

lunes, 27 de abril de 2015

LOS CELOS

   Los celos son una respuesta emocional compleja que puede ser altamente perturbadora, surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera de su propiedad. Comúnmente se denomina así a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. También se conoce así, al sentimiento de envidia hacia el éxito o posesión de otra persona. El miedo a la pérdida, real o no, se plantea como una amenaza.

   Diferencia entre celos normales y patológicos: los celos sanos consisten en una preocupación por la posible pérdida de una persona amada o malestar por la relación real o imaginada que esa persona tiene con alguien más, pueden considerarse normales, ya que son frecuentes entre la población y no constituyen un trastorno psicopatológico. Los celos patológicos se pueden considerar como una enfermedad porque son aquellos que, siendo infundados o incluso fundados, llegan a obsesionar de tal manera al que los padece que repercuten negativamente en sus sentimientos y en su comportamiento. La diferencia entre ambos tipos de celos está en que en vez de preferir o desear que su pareja esté con él/ella, las personas con celos patológicos están exigiendo o demandando que su pareja no debe, bajo ningún concepto, implicarse emocionalmente con otras personas, sea esta relación del tipo que sea.

   Debajo de esta problemática encontramos:

  • Una baja autoestima: personas inseguras que no confían en que su pareja sea capaz de quererle y serle fiel.
  • Dificultad para valorarse a sí mismo.
  • Pérdidas afectivas en la infancia ocasionadas por padres poco valorativos de las virtudes de los hijos, muy exigentes y muy críticos.
  • Patrones afectivos mal aprendidos o modelos poco útiles para seguir.
  • Agresividad verbal o física.
  • Infelicidad constante.
  • Visión distorsionada de la realidad y búsqueda de pruebas que validen su visión.


Comportamientos frecuentes de una persona celosa:

  • Revisa las llamadas y mensajes del móvil de su pareja.
  • Exige que su pareja le relate cada movimiento que realizó en el día.
  • Llama a su pareja cada "10 minutos" para saber qué está haciendo.
  • Controla cada salida con sus amigos/as.
  • Sufre ansiedad ante el retraso o tardanza al llegar a casa, a una cita...
  • Obsesionado con que su pareja le engañará o será infiel.
  • Se compara constantemente con las personas que rodean a su pareja.
  • Se niega a salir con su pareja y otras personas.

¿Qué hacer contra los celos?

   Una serie de recomendaciones pueden, ayudar a la persona celosa, pero siempre que ella desee con todas sus fuerzas acabar con esta actitud obsesiva. Las personas celosas deben identificar si existen realmente razones para sentir celos. En caso de que existan motivos para sentirse de tal forma, éstos se deben expresar inmediatamente a la pareja, con la finalidad de evitar malos entendidos y un deterioro de la relación.
   También es recomendable hacer una lista de las ideas o celos, escribiendo junto a cada uno las razones que le hacen pensar en ellos y las pruebas que tiene para que sean ciertos sus pensamientos. Asimismo se debe eliminar la palabra "celos" de su vocabulario porque hace referencia a una actitud no deseada. En lugar de decir "soy celoso"es mejor decir "actúo celosamente", ya que de esta manera se hace referencia un hecho concreto y no a la propia identidad de la persona.
   Cuando aparece un arrebato, lo mejor que podemos hacer es mantenernos calmados y serenos, preguntarle qué es lo que le ha molestado y cómo podemos mejorar. Así se sentirá poseedor de la verdad y se relajará. Si nos enfrentamos a él, sólo empeoraremos la situación.
   Buscaremos actividades gratificantes para los dos miembros de la pareja, a fin de relajar los ánimos y fomentar la buena comunicación y los buenos momentos, ya que si entramos en la dinámica de sólo discusión estamos perdidos.
   Si la situación está desbordada y sin control, lo mejor será acudir a un terapeuta que intervenga en el re-aprendizaje de nuevas conductas más adaptativas y de nuevos pensamientos más racionales.

 

jueves, 9 de abril de 2015

CLAVES PARA OPTIMIZAR NUESTRO RENDIMIENTO

   El estrés puede favorecer o perjudicar el rendimiento de las personas en tareas de distinto tipo a través del nivel de activación general. Este nivel de activación general se podría situar en un continuo que va desde un estado de máxima calma y relajación (activación muy baja) hasta un estado de máxima alerta, tensión y excitación (activación muy alta).

   Para controlar la activación, cada persona debe aprender a identificar los síntomas (sudor en las manos, sensación de agobio, tensión general...) y aprender a cuantificar el nivel de activación utilizando escalas subjetivas de 0-10 puntos. El único propósito es que la persona aprenda a discriminar con precisión entre distintos niveles de activación general, para poder controlar esta variable. El nivel de activación general influye en el rendimiento de las personas afectando a su funcionamiento físico y psicológico.

   Por lo tanto el nivel de activación óptimo es el que queremos conseguir, ya que es aquel que favorece el mejor funcionamiento físico y psicológico y el máximo rendimiento dentro de las posibilidades reales de cada persona.

   A continuación vamos a enumerar estrategias para aumentar la activación hasta conseguir el nivel óptimo:

  • Si el déficit de activación procede de una falta de interés, la estrategia sería aumentar la motivación, intentar encontrar algo atractivo en la tarea, buscar un objetivo inmediato que sea desafiante, elaborar un plan de actuación interesante, pensar en consecuencias positivas, etc...
  • Si las estrategias anteriores no funcionan, puede intentar provocarse a sí mismo estrés, pensando en consecuencias negativas que podría tener un bajo rendimiento, o en algo que le moleste y pueda hacerle activarse para rendir. Una vez en el nivel de activación óptimo, sustituya los pensamientos que le han ayudado a activarse por otros que propicien su motivación por el reto de la tarea y le ayude a mantener su activación en el nivel óptimo.
  • Si existe un exceso de confianza respecto al rendimiento en la tarea, también resultará apropiado provocar estrés recordando experiencias pasadas de fracaso, las dificultades de la tarea, etc... Y luego una vez alcanzado el nivel óptimo cambiar la estrategia por la motivación por rendir en las tareas a través de objetivos inmediatos y de planes de acción concretos.
  • Si el déficit de activación está vinculado a un estado de indefensión y depresión, no es conveniente en el sujeto se autoprovoque más estrés y tampoco que busque objetivos demasiado ambiciosos. La mejor opción es intentar encontrar algún objetivo que verdaderamente pueda controlar. Puede utilizar los autodiálogos "quizá pueda conseguir esto".
  • Si el déficit se relaciona con un estado de agotamiento, la mejor opción como en el caso anterior es que el sujeto acepte sus limitaciones y establezca un objetivo poco ambicioso que sea verdaderamente alcanzable. No es recomendable que se autoprovoque estrés ni que establezca objetivos demasiado ambiciosos que posteriormente tendrá dificultad en conseguir o lo hará a un precio demasiado alto.


jueves, 26 de marzo de 2015

20 ASPECTOS DE LA INTELIGENCIA EXITOSA.

   Se describe la Inteligencia Exitosa como la habilidad intencional para adaptarse a diferentes ambientes, moldearlos y seleccionarlos, así como para lograr propósitos propios y de nuestra sociedad y cultura. La inteligencia exitosa, entre otras cosas, implica que un individuo pueda distinguir su patrón de fortalezas y debilidades, para luego hallar las formas de capitalizar las primeras y de compensar o corregir las segundas. Según esto, no existe un solo conjunto de habilidades a medir para caracterizar completamente la inteligencia exitosa de las personas.

   Las características más comunes de las personas con Inteligencia Exitosa, con independencia de la naturaleza del éxito, se resumen en 20 aspectos (según Robert Sternberg):
  1. Automotivación: no importan las capacidades de las personas si no están motivadas.
  2. Aprender a controlar los impulsos: no dejarse llevar por primeros impulsos y actuar con más cautela.
  3. Saber cuándo perseverar: saber distinguir cuándo la perseverancia es necesaria y cuándo es un obstáculo.
  4. Saber cómo sacar el máximo partido de sus habilidades: este tipo de personas conoce sus virtudes y las potencia.
  5. Traducir el pensamiento en acción: no es sólo importante tener ideas, sino también la capacidad para actuar según estas ideas.
  6. Orientarse hacia el producto: es importante no sólo ocuparse del "proceso de producción", si no también de la meta final (el producto).
  7. Completar las tareas y llegar al final.
  8. Tener iniciativa y no tener miedo al compromiso con otras personas para trabajar.
  9. No tener miedo de arriesgarse al fracaso, corregir sus errores y aprender de ellos.
  10. No postergar: no dejar para después lo que se puede hacer en el momento.
  11. Aceptar el reproche justo: el reconocimiento del error es el primer paso para no volver a cometerlo.
  12. Rehusar la autocompasión: la autocompasión constante es muy perjudicial para la adaptación.
  13. Ser independientes, confiar en sí mismo: si quieren hacer algo, saben que la mejor manera es hacerlo ellos mismos y no dejar que otros asuman responsabilidades que son suyas.
  14. Tratar de superar las dificultades personales: existen personas que mantienen una excesiva interferencia de las dificultades personales en su trabajo.
  15. Centrarse y concentrarse en alcanzar sus objetivos.
  16. No tratar de hacer demasiadas cosas a la vez ni de hacer demasiado pocas.
  17. Tener la capacidad para aplazar la gratificación.
  18. Ser capaces de ver al mismo tiempo los pequeños detalles y el cuadro más amplio de los proyectos a emprender.
  19. Tener un nivel razonable de autoconfianza y creer en su capacidad para alcanzar los objetivos.
  20. Las personas con Inteligencia Exitosa equilibran el pensamiento analítico, el creativo y el práctico: es importante saber cuando se aplican estas habilidades.






jueves, 19 de marzo de 2015

6 CONSEJOS PARA EVITAR EL SÍNDROME DE BURNOUT (desgaste profesional)

   El síndrome de Burnout (desgaste profesional) denota un estado de completa fatiga física, Burnout significa estar quemado. Las personas que padecen este trastorno sienten un agotamiento extremo y, con frecuencia, vacío interno. Hay una falta de motivación absoluta por las tareas realizadas e importantes cambios de comportamiento en quienes lo padecen. Este cambio de actitud, relacionado generalmente con "malos modales" o trato desagradable, es una de las características clave para identificar un caso de Burnout.

   Consecuencias del Síndrome de Burnout: aumento del riesgo de alcoholismo y consumo de drogas, alteraciones del sueño (p.ej: insomnio), bajada de las defensas (repercute negativamente sobre nuestro sistema inmunológico), dolores musculares y articulares, problemas cardiovasculares y gastrointestinales.

   Consejos para evitar el síndrome Burnout:

  1. Ajusta tus perspectivas laborales a la realidad: no hace falta cambiar de trabajo para evitar consecuencias como frustración o no sentirse satisfecho con lo que hace. Debemos ajustar lo que esperamos de él con lo que realmente nos puede aportar y, sobre todo disfrutar de lo que tiene de positivo.
  2. Genera buenas relaciones dentro y fuera del trabajo: intenta generar buenas relaciones con tus compañeros de trabajo y tus superiores. Gestiona los conflictos de forma correcta, ten una actitud positiva y disfruta de los buenos momentos.
  3. Márcate un horario laboral y establece una rutina de descanso: debemos evitar que las jornadas laborales se alarguen demasiado. Gestiona tu tiempo de forma correcta e intenta concentrar tu actividad cuando seas más productivo.
  4. Mantén unos hábitos saludables: haz ejercicio físico (sea el que sea) para descargar adrenalina, come bien y equilibrado con unos horarios fijos.
  5. Practica técnicas de relajación: hay que evitar que el estrés gobierne nuestra conducta y estado de ánimo, para ello es bueno al finalizar la jornada laboral o antes de ir a dormir dedicar unos minutos a la relajación y no pensar en absoluto en temas del trabajo.
  6. Desconecta y dedica un tiempo a lo que te gusta: que el trabajo y tus obligaciones no consuman todo tu tiempo. No olvides dentro de tu jornada diaria dedicar un tiempo a tus hobbies y a tu familia, desconectarás y tu satisfacción personal mejorará. 


lunes, 9 de marzo de 2015

4 PAUTAS PARA COMBATIR EL INSOMNIO.

   Ya hace años que el tener la televisión instalada en la habitación y verla cuando vamos a dormir afecta a nuestra calidad y duración del sueño; pero en los últimos años utilizamos también otros objetos como el ordenador, móvil, tablet... que provocan el llamado "insomnio tecnológico".    

   El primer profesional con el que normalmente consultan los pacientes sus problemas de sueño suele ser al médico de atención primaria, por lo que el tratamiento más frecuentemente utilizado es el farmacológico, pero hay otras técnicas para combatirlo:

  • 1. La relajación: se pretende mejorar el elevado nivel de activación fisiológica. La modalidad más utilizada es la relajación muscular.
  • 2. La Técnica de Control de Estímulos: pretende regular el horario de sueño de la persona y restringir la realización de actividades incompatibles con la conducta de dormir en la habitación, y especialmente en la cama, de modo que el conjunto de estímulos presentes en el dormitorio se asocien únicamente con la conducta de dormir. Aquí se incluyen algunas recomendaciones relacionadas con el control de estímulos.
                           1- Acostarse para dormir sólo cuando se tenga sueño.
                           2- No permanecer despierto en la cama más de 15-20 minutos. Si pasado este tiempo la persona no consigue dormirse, debe levantarse y realizar alguna actividad relajante fuera del dormitorio. Sólo debe volver a acostarse cuando se sienta sueño.
                           3- Si nuevamente en la cama la persona no consigue dormirse, debe repetir el paso anterior tantas veces como sea necesario.
                           4- Mantener regulares los horarios de acostarse y levantarse, aunque se haya dormido poco. Debe ponerse el despertador a la misma hora tanto los días laborables como los festivos y levantarse aunque se tenga sueño.
                           5- Evitar dormir durante el día, así se tendrá más sueño por la noche.
                           6- Usar la cama y el dormitorio exclusivamente para dormir (con la única excepción de las relaciones sexuales).
                           7- Instaurar una serie de conductas rutinarias y relajantes que se realicen cada noche antes de irse a la cama y que acaben asociándose con el acto de acostarse.


  • 3. La higiene del sueño es un procedimiento educativo a través del que se intenta mejorar dos aspectos decisivos en los problemas de insomnio: (1) los factores ambientales relacionados con el sueño (ej: ruido, luz, temperatura...) y (2) ciertos hábitos inadecuados que pudieran afectar negativamente al sueño (ej: cafeína, dieta, ejercicio...). Pautas de higiene del sueño: no consumir alcohol, cafeína o nicotina antes de dormir, limitar el consumo de alimentos cerca de la hora de acostarse, no hacer ejercicio físico 3 o 4 horas antes de dormir y controlar los factores ambientales como la temperatura o el ruido.
  • 4. La restricción del sueño: consiste en reducir la cantidad de tiempo que la persona pasa en la cama hasta que consiga estar en la cama sólo para dormir.