
La persona también puede hacer una restauración indirecta realizando una conducta que sea, de alguna forma, equivalente a la amenazada (por ejemplo, al niño que se le prohíbe pegar a su hermana, restaura su libertad sacándole la lengua); o bien, puede realizar una conducta que demuestre, por implicación, que sería capaz de realizar la amenazada, manteniendo su libertad de acción, e incluso puede conseguir que otra persona realice la conducta amenazada, es decir, hablaríamos de una restauración vicaria.
Finalmente, la persona puede utilizar respuestas subjetivas para restaurar su libertad. Se puede cambiar el atractivo o la importancia de las alternativas disponibles y de la alternativa eliminada, o se puede mostrar hostilidad hacia el agente que ha amenazado la libertad de conducta del individuo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario