miércoles, 15 de octubre de 2014

INCENTIVOS

   Hasta hace dos décadas se consideraba que los incentivos o las recompensas tenían un efecto destructivo sobre las tareas creativas. Estudios recientes han descubierto que son cuatro los factores que limitan las circunstancias en las que la recompensa externa reduce la Motivación Intrínseca (MI)(motivación para implicarse en una tarea por su propio valor, en ausencia de un estímulo externo):

  • La expectativa de recompensa: la recompensa esperada afecta a la MI, pero si no se espera, aunque se reciba, no afectará al nivel final de MI. La perspectiva de una recompensa anunciada sobre una tarea intrínsecamente motivada, provoca que "la obligación" con la tarea se mantenga hasta que se reciba el premio, mientras que si la recompensa no es esperada, aunque se dispense no afectará a la MI.
  • El carácter material de la recompensa: si la recompensa es material afecta más a la MI que si no es tangible (como elogios), de hecho, las recompensas verbales si son informativas, favorecen la motivación intrínseca.
  • Las recompensas esperadas y tangibles: no sólo ponen en riesgo la MI, sino que además interfieren en el proceso y la calidad del aprendizaje, ya que la recompensa desvía el procesamiento del aprendizaje solamente hacia su producto final.
  • El efecto de saliencia de la recompensa: se ha comprobado que cuando el incentivo está a la vista del sujeto o se le recuerda con frecuencia durante la ejecución de la tarea, desciende el interés intrínseco por ella. Si se nombra continuamente la gratificación que se dará al finalizar un trabajo, éste deja de tener interés en sí.


   En definitiva, la recompensa no afecta a la motivación intrínseca, salvo que sea esperada, tangible y excesivamente saliente.

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