- La expectativa de recompensa: la recompensa esperada afecta a la MI, pero si no se espera, aunque se reciba, no afectará al nivel final de MI. La perspectiva de una recompensa anunciada sobre una tarea intrínsecamente motivada, provoca que "la obligación" con la tarea se mantenga hasta que se reciba el premio, mientras que si la recompensa no es esperada, aunque se dispense no afectará a la MI.
- El carácter material de la recompensa: si la recompensa es material afecta más a la MI que si no es tangible (como elogios), de hecho, las recompensas verbales si son informativas, favorecen la motivación intrínseca.
- Las recompensas esperadas y tangibles: no sólo ponen en riesgo la MI, sino que además interfieren en el proceso y la calidad del aprendizaje, ya que la recompensa desvía el procesamiento del aprendizaje solamente hacia su producto final.
- El efecto de saliencia de la recompensa: se ha comprobado que cuando el incentivo está a la vista del sujeto o se le recuerda con frecuencia durante la ejecución de la tarea, desciende el interés intrínseco por ella. Si se nombra continuamente la gratificación que se dará al finalizar un trabajo, éste deja de tener interés en sí.
En definitiva, la recompensa no afecta a la motivación intrínseca, salvo que sea esperada, tangible y excesivamente saliente.
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