jueves, 26 de marzo de 2015

20 ASPECTOS DE LA INTELIGENCIA EXITOSA.

   Se describe la Inteligencia Exitosa como la habilidad intencional para adaptarse a diferentes ambientes, moldearlos y seleccionarlos, así como para lograr propósitos propios y de nuestra sociedad y cultura. La inteligencia exitosa, entre otras cosas, implica que un individuo pueda distinguir su patrón de fortalezas y debilidades, para luego hallar las formas de capitalizar las primeras y de compensar o corregir las segundas. Según esto, no existe un solo conjunto de habilidades a medir para caracterizar completamente la inteligencia exitosa de las personas.

   Las características más comunes de las personas con Inteligencia Exitosa, con independencia de la naturaleza del éxito, se resumen en 20 aspectos (según Robert Sternberg):
  1. Automotivación: no importan las capacidades de las personas si no están motivadas.
  2. Aprender a controlar los impulsos: no dejarse llevar por primeros impulsos y actuar con más cautela.
  3. Saber cuándo perseverar: saber distinguir cuándo la perseverancia es necesaria y cuándo es un obstáculo.
  4. Saber cómo sacar el máximo partido de sus habilidades: este tipo de personas conoce sus virtudes y las potencia.
  5. Traducir el pensamiento en acción: no es sólo importante tener ideas, sino también la capacidad para actuar según estas ideas.
  6. Orientarse hacia el producto: es importante no sólo ocuparse del "proceso de producción", si no también de la meta final (el producto).
  7. Completar las tareas y llegar al final.
  8. Tener iniciativa y no tener miedo al compromiso con otras personas para trabajar.
  9. No tener miedo de arriesgarse al fracaso, corregir sus errores y aprender de ellos.
  10. No postergar: no dejar para después lo que se puede hacer en el momento.
  11. Aceptar el reproche justo: el reconocimiento del error es el primer paso para no volver a cometerlo.
  12. Rehusar la autocompasión: la autocompasión constante es muy perjudicial para la adaptación.
  13. Ser independientes, confiar en sí mismo: si quieren hacer algo, saben que la mejor manera es hacerlo ellos mismos y no dejar que otros asuman responsabilidades que son suyas.
  14. Tratar de superar las dificultades personales: existen personas que mantienen una excesiva interferencia de las dificultades personales en su trabajo.
  15. Centrarse y concentrarse en alcanzar sus objetivos.
  16. No tratar de hacer demasiadas cosas a la vez ni de hacer demasiado pocas.
  17. Tener la capacidad para aplazar la gratificación.
  18. Ser capaces de ver al mismo tiempo los pequeños detalles y el cuadro más amplio de los proyectos a emprender.
  19. Tener un nivel razonable de autoconfianza y creer en su capacidad para alcanzar los objetivos.
  20. Las personas con Inteligencia Exitosa equilibran el pensamiento analítico, el creativo y el práctico: es importante saber cuando se aplican estas habilidades.






jueves, 19 de marzo de 2015

6 CONSEJOS PARA EVITAR EL SÍNDROME DE BURNOUT (desgaste profesional)

   El síndrome de Burnout (desgaste profesional) denota un estado de completa fatiga física, Burnout significa estar quemado. Las personas que padecen este trastorno sienten un agotamiento extremo y, con frecuencia, vacío interno. Hay una falta de motivación absoluta por las tareas realizadas e importantes cambios de comportamiento en quienes lo padecen. Este cambio de actitud, relacionado generalmente con "malos modales" o trato desagradable, es una de las características clave para identificar un caso de Burnout.

   Consecuencias del Síndrome de Burnout: aumento del riesgo de alcoholismo y consumo de drogas, alteraciones del sueño (p.ej: insomnio), bajada de las defensas (repercute negativamente sobre nuestro sistema inmunológico), dolores musculares y articulares, problemas cardiovasculares y gastrointestinales.

   Consejos para evitar el síndrome Burnout:

  1. Ajusta tus perspectivas laborales a la realidad: no hace falta cambiar de trabajo para evitar consecuencias como frustración o no sentirse satisfecho con lo que hace. Debemos ajustar lo que esperamos de él con lo que realmente nos puede aportar y, sobre todo disfrutar de lo que tiene de positivo.
  2. Genera buenas relaciones dentro y fuera del trabajo: intenta generar buenas relaciones con tus compañeros de trabajo y tus superiores. Gestiona los conflictos de forma correcta, ten una actitud positiva y disfruta de los buenos momentos.
  3. Márcate un horario laboral y establece una rutina de descanso: debemos evitar que las jornadas laborales se alarguen demasiado. Gestiona tu tiempo de forma correcta e intenta concentrar tu actividad cuando seas más productivo.
  4. Mantén unos hábitos saludables: haz ejercicio físico (sea el que sea) para descargar adrenalina, come bien y equilibrado con unos horarios fijos.
  5. Practica técnicas de relajación: hay que evitar que el estrés gobierne nuestra conducta y estado de ánimo, para ello es bueno al finalizar la jornada laboral o antes de ir a dormir dedicar unos minutos a la relajación y no pensar en absoluto en temas del trabajo.
  6. Desconecta y dedica un tiempo a lo que te gusta: que el trabajo y tus obligaciones no consuman todo tu tiempo. No olvides dentro de tu jornada diaria dedicar un tiempo a tus hobbies y a tu familia, desconectarás y tu satisfacción personal mejorará. 


lunes, 9 de marzo de 2015

4 PAUTAS PARA COMBATIR EL INSOMNIO.

   Ya hace años que el tener la televisión instalada en la habitación y verla cuando vamos a dormir afecta a nuestra calidad y duración del sueño; pero en los últimos años utilizamos también otros objetos como el ordenador, móvil, tablet... que provocan el llamado "insomnio tecnológico".    

   El primer profesional con el que normalmente consultan los pacientes sus problemas de sueño suele ser al médico de atención primaria, por lo que el tratamiento más frecuentemente utilizado es el farmacológico, pero hay otras técnicas para combatirlo:

  • 1. La relajación: se pretende mejorar el elevado nivel de activación fisiológica. La modalidad más utilizada es la relajación muscular.
  • 2. La Técnica de Control de Estímulos: pretende regular el horario de sueño de la persona y restringir la realización de actividades incompatibles con la conducta de dormir en la habitación, y especialmente en la cama, de modo que el conjunto de estímulos presentes en el dormitorio se asocien únicamente con la conducta de dormir. Aquí se incluyen algunas recomendaciones relacionadas con el control de estímulos.
                           1- Acostarse para dormir sólo cuando se tenga sueño.
                           2- No permanecer despierto en la cama más de 15-20 minutos. Si pasado este tiempo la persona no consigue dormirse, debe levantarse y realizar alguna actividad relajante fuera del dormitorio. Sólo debe volver a acostarse cuando se sienta sueño.
                           3- Si nuevamente en la cama la persona no consigue dormirse, debe repetir el paso anterior tantas veces como sea necesario.
                           4- Mantener regulares los horarios de acostarse y levantarse, aunque se haya dormido poco. Debe ponerse el despertador a la misma hora tanto los días laborables como los festivos y levantarse aunque se tenga sueño.
                           5- Evitar dormir durante el día, así se tendrá más sueño por la noche.
                           6- Usar la cama y el dormitorio exclusivamente para dormir (con la única excepción de las relaciones sexuales).
                           7- Instaurar una serie de conductas rutinarias y relajantes que se realicen cada noche antes de irse a la cama y que acaben asociándose con el acto de acostarse.


  • 3. La higiene del sueño es un procedimiento educativo a través del que se intenta mejorar dos aspectos decisivos en los problemas de insomnio: (1) los factores ambientales relacionados con el sueño (ej: ruido, luz, temperatura...) y (2) ciertos hábitos inadecuados que pudieran afectar negativamente al sueño (ej: cafeína, dieta, ejercicio...). Pautas de higiene del sueño: no consumir alcohol, cafeína o nicotina antes de dormir, limitar el consumo de alimentos cerca de la hora de acostarse, no hacer ejercicio físico 3 o 4 horas antes de dormir y controlar los factores ambientales como la temperatura o el ruido.
  • 4. La restricción del sueño: consiste en reducir la cantidad de tiempo que la persona pasa en la cama hasta que consiga estar en la cama sólo para dormir.